¡Recordemos que…!
La exposición solar acelera el proceso de envejecimiento, entonces, por las mañanas al realizar tu rutina de limpieza e hidratación es obligatorio la aplicación del protector solar (es un paso que no puede olvidarse jamás).
Durante este ritual mañanero, de cuidados y cariños debemos tener presente que el verano por ser días de mayor exposición al calor y al sol, ciertas zonas necesitan aún más hidratación.
Zonas como:
1. Los labios que son muy propensos a quemarse. Es necesario aplicar un bálsamo o crema con factor de protección varias veces al día para ayudar a mantenerlos suaves.
2. El contorno de ojos, también necesita especial atención. Es una parte del rostro delicada, muy propensa a la aparición de finas líneas de expresión; una crema hidratante específica para la zona no solo te ayudará, rejuvenecerá tu mirada.
Adicional a esto sumar a tu look unas gafas de sol y sombrero aportará un toque chic y te mantendrá protegida.
Otras recomendaciones pueden ser que…
– Pruebes guardar el tónico y cremas en la nevera para que al aplicarlo refresque tu piel.
– Es bueno incluir el cuello, cuero cabelludo y manos a los cuidados extras.
– Al exfoliar tu piel lo hagas al final del día, para evitar sensibilidades al exponerte al sol.
– Por último, no menos importante, bebe mucha agua, incluye en la alimentación muchas frutas y vegetales, esto no solo favorecerá tu bronceado, también contribuirá a mantenerte hidratada.
Y… disfruta!